1 Kg de patatas buenas para freír
2 cebollas
1 pimiento verde
8 huevos
1/2 litro aceite de oliva (0,4 o 1 grado)
Sal de ajo o sal con ajo machacado
Modo de hacer
Se pone el aceite de oliva a calentar, y si es nuevo
freiremos en él una patata para que se vaya quitando ese sabor a aceite nuevo.
Se pelan y cortan las patatas muy finitas. El truco es hacer
unos cortes longitudinales y luego hacer una "sopas" lo más finas que
podamos. Una vez cortadas y picadas todas las patatas, se sazonan con sal de
ajo y se pone a freír a fuego medio/bajo.
Mientras picamos muy fina la cebolla (o tan fina como nos la
queramos encontrar luego) y el pimiento verde.
Cuando las patatas ya están medio fritas se añade la cebolla
y el pimiento y se deja un rato más, hasta que las patatas estén fritas pero
blandas (nunca doradas, por eso se deja todo freír a medio fuego y no a fuego
fuerte).
Se baten los huevos en una ensaladera grande y ahí mismo, se
añade la patata, cebolla y pimiento y se dejan que se "conozcan",
removiendo un poco para ayudar a formar una mezcla espesa.
Se prepara otra sartén que sea grande y buena y
antiadherente. Se le pone un poco de aceite y se sube un poco más el fuego. Se
echa la mezcla anterior de patata, cebolla, pimiento y huevo y se fríe hasta
que la tortilla se cuaja. Esto se consigue un poco a ojo y con la experiencia,
pero son unos 3/5 minutos dependiendo del grosor.
Cuando está ya un lado, se procede al "paso más
peligroso" que es darle la vuelta a la tortilla. Nos pondremos cerca del
fregadero por si acaso y con un gesto decidido y ayudándonos de un plato
adecuado, le daremos la vuelta y la pondremos a freír por el otro lado.
Cuando veamos que está cuajada (al gusto que más nos
apetezca, más o menos) la serviremos, acompañando de una ensalada, unos
pimientos ricos o lo que nos apetezca.
Historia en la familia
En general, todos conocemos la tortilla de patata y es muy
habitual encontrar tortilla con cebolla, pero no tan habitual tortilla con
cebolla y pimiento. Esta opción digamos más "berciana" era un clásico
de Mary y algunas amigas de Paqui siempre decían que les encantaba esa
"tortilla verde" de nuestra madre.
En nuestra familia, mamá (Mary) hacía tortilla muchos viernes,
probablemente por la tradición de la Cuaresma y evitar ese día comer carne.
Pero la variedad de tortillas que llegó a hacer para un solo día, era
increíble: sólo de patata e individual (para Fer que de aquellas no le gustaba
la cebolla), con patata y chorizo (para Edu también, aunque gustaba a más
gente) y con patata y pimiento y cebolla (para el resto). Y para Marta de aquellas
nada, porque no le gustaba la tortilla de patata (hasta 2011 no logré que me
gustara).
Estos últimos años ya sin mamá, ha sido Isi quien más ha hecho la tortilla en la familia y quien me ha pasado esta receta que hemos practicado juntos.
Estos últimos años ya sin mamá, ha sido Isi quien más ha hecho la tortilla en la familia y quien me ha pasado esta receta que hemos practicado juntos.
Por cierto, que "la sal de ajo o sal con ajo
machacado" es algo muy específico de nuestra familia y en casi todas las
casas de "las Pelayinas" lo encontrarás en algún tarro o pequeño
tupper en la nevera (que se conserva mejor). Y es que sirve para adobar carne,
patatas y cualquier cosa que hagamos porque además de sal le da un sabor muy
rico).