CONSOMÉ O CALDÍN CASERO de Mary



Ingredientes (proporciones)


1 carcasa de pollo (esqueletos)
1 hueso de jamón (mejor si es codillo)
1 hueso fresco
1 cebolla grande
1 pimiento verde
Unas ramitas de perejil

Para guarnición
2 ó 3 rebanadas de pan de hogaza de otro día.
2 huevos cocidos.
O unos puñados de fideos, lluvia o letras de pasta.


Modo de hacer

Se pone en una cazuela grande la carcasa, los huesos, la cebolla troceada en 2 ó 3 trozos grandes, el pimiento sin pepitas y trozos grandes, el perejil suelto sin más y se añade agua a cubrir. Se pone a cocer durante 4 ó 6 horas (se puede usar también olla express).

Una vez cocido todo, si el codillo se puede aprovechar para desmenuzar y hacer unas croquetas o comer sin más, se aprovecha. Si no se cuela todo y se tiran los ingredientes que ya han soltado todo su jugo. 

Se deja el caldo enfriar y reposar y una vez frío se quita la capa de grasa que queda en la superficie, para que el caldo sea desgrasado y más sano.

Se puede servir sólo o acompañado para añadir al gusto de picatostes o cuscurros (pan de otro día, cortado en cubitos pequeños y frito) y huevo cocido picadito. O se le puede añadir también pasta alimenticia fideos, lluvia o letras y otras formas divertidas, si es para las más pequeñas de la casa.

Historia en la familia


No hay nada como un rico caldín o consomé para revitalizar el cuerpo en un día de frío o cuando uno no se encuentra bien. Generalmente se ha hecho para aprovechar restos de carne (pollo sobre todo) y se ha puesto como primer plato en muchas ocasiones, generalmente domingos y días de fiesta, pero también sábados y días de diario. Siempre que alguien ha estado malo con gripe, catarro o mal cuerpo, se ha usado mucho como revitalizante. Por eso fue uno de los platos más usados cuando Isidoro fue operado en 2004 y cuando tuvo que luchar con dificultades en la alimentación desde 2010. Este caldo ha sido llamado por Isi,  con humor cariñoso, como “caldo del amor” porque se ha preparado para cuidar y curar al enfermo (Isidoro padre) y porque había que dedicarle muchas horas de cocción al prepararlo. Al hacerlo, eso sí, se preparan al menos 2 litros y aunque se cuece en tanto tiempo cunde y dura mucho. Si pasan varios días y no se consume es recomendable darle un hervor, y esto suele alargarle aún más el tiempo de consumo en perfecto estado.

POLLO ASADO de Mary

Ingredientes (proporciones)

Tantos muslos como personas coman y 1 más
Machacado de ajo y sal
Bolsas de horno (generalmente 1 para cada 2 muslos)


Modo de hacer

Se limpian los muslos y se queman si vienen con algo de plumas.
Se adoban con el ajo y sal (previamente machacado en el almirez o mortero) y se meten en bolsas de horno transparentes a asar en el horno, precalentado a 200 grados. Se dejan unos 40/45 minutos y entonces se sacan los muslos de las bolsas, recortando antes una esquina de cada bolsa y sacando el jugo del pollo que se reserva en cuencos para ponerlo luego como salsa. Se vuelven a meter los muslos unos minutos a fuerza máxima del horno 250 grados o modo gratén/grill para que queden doraditos y se churrisque la piel. Se sacan y se sirven con la salsa/jugo a parte y si se quiere con una guarnición de patatas fritas, ensalada,  pimientos del Bierzo, purés de patata con mantequilla, o manzana o castaña (en día de fiesta).

Historia en la familia

Cocinar al horno tiene ventajas porque la comida es sana y no se ocupan fuegos, y mientras la comida se cocina se pueden hacer más cosas. Por eso este plato ha sido muy socorrido para preparar por Mary en domingos  en los que hemos sido muchos a comer (a veces y bastante habitualmente 13 ó 14 personas contando 8 de familia, Leonor, alguna nuera o yerno más, las 3 nietas de Mary e Isidoro, Natalia, Laura y Eva y Tía Adela, la hermana de Isidoro). Al descubrir Mary las bolsas de asar, le pareció que además era un sistema de asar muy sano, ya que los muslos se hacen sin nada de aceite y el jugo se conserva y usa luego, aprovechándose todo y no manchándose casi el horno. Al principio se ponían otras piezas de pollo al horno, pero al final los muslos es lo que gustaba más a todo el mundo. Este plato, con una guarnición un poco más de fiesta (puré de manzana, o de castañas, patatas fritas en forma de bolas, puré de patatas de mantequilla…etc) se ha usado también en días de fiesta (cumpleaños, días de la Madre o del Padre, e incluso alguna noche de Reyes).

PATATAS (O PESCADO) EN SALSA VERDE DE MARY

Ingredientes (proporciones)


1 Kg de patatas buenas para freír
1 ó 2 dientes de ajo
Un buen puñado de perejil fresco
1 litro de aceite de oliva 0,4 para freír y para salsa
Una cucharada pequeña de sal
Una cucharada grande de harina
1 vaso y medio de agua.

Modo de hacer

Se pelan y cortan las patatas en rodajas de poco menos de un dedo de grosor. Se fríen sin sal y se reservan.
A parte en un mortero se machaca el ajo pelado y troceado, con el perejil (sólo las hojas bien lavadas y picaditas) y con la sal y el aceite, ligando todo. Se echa sobre las patatas y se le añade un vaso y medio de agua con la harina desleída en él para que quede salsita un poco espesa. Se pone a fuego fuerte que hierva y se baja el fuego para que cueza unos 10 ó 15 minutos y se sirven para comer en ese momento.

En esa misma salsa se podría preparar un pescado en salsa verde. Si nos sobra frito del día anterior, se le añade la salsa en el mismo proceso, como a las patatas y tendríamos pescado en salsa verde

Historia en la familia

Estas patatas han sido un primer plato típìco de los sábados en casa. Generalmente tras estas patatas se ponían unos filetes empanados o fritos de segundo o albóndigas o cualquier otro plato de proteínas. Aunque también se han usado como guarnición.

Al hacerse Paqui vegetariana se han puesto mucho más. Gusta a todos y se ha puesto mucho ya que es un plato rico de patatas, económico, saciante y que gusta a todos. Su única pega es que hay que prepararlo y comerlo en el momento porque incluso aunque las patatas sean buenas, si sobra algo luego ya no sabe rico y las patatas cogen sabor a “viejo”.

La salsa verde de Mary se ha usado también para preparar el pescado en salsa verde, una inteligente solución para aprovechar el pescado frito que haya sobrado del día anterior. A Isidoro padre le gustaba mucho el pescado de esa manera.

PULPO A FEIRA CON CACHELOS de Mary

Ingredientes ( proporciones)

4 Kg de pulpo congelado para cada 6 adultos (3 pulpos aprox.)
Agua
Sal gorda
Pimentón (mitad picante mitad dulce o al gusto)
Aceite de oliva virgen
3 ó 4 patatas grandes buenas de cocer


Modo de hacer

Descongelar el pulpo la noche anterior
Lavar bien quitando la cabeza y quitando el ojo y la boca.
Lavar todo muy muy bien restregando bien bien las ventosas y todos los resquicios del pulpo.
Poner el agua a hervir (más de la mitad de la olla)
Y cuando hierva se mete (ayudándote de unas pinzas de cocina resistentes y largas) unos segundos y se saca el pulpo y se vuelve a meter cuando hierva y se vuelve a sacar….escaldándolo así 3 veces
Una vez escaldado 3 veces se deja cocer entre 40 y 45 minutos
Se extrae de la olla con un cacillo de cocina agua del pulpo  mientras este cuece y se pone a cocer en esa agua las patatas.
Una vez todo cocido se coloca en fuentes, se corta el pulpo con unas tijeras de cocina (para que no se despelleje) y se espolvorea sobre él un poco de sal gorda, el pimentón y un chorro generoso de aceite de oliva bueno y se sirve con las patatas de acompañamiento.

Historia en la familia

Este es el plato clásico que se ha puesto en casa de Mary e Isidoro los Viernes Santo de Semana Santa, dado que es un día del Triduo Pascual muy importante en el que por precepto de la Iglesia Católica no se come carne, pero a la vez, es un día en el que la familia se reúne a comer juntos como día solemne que es. Ese día era habitual tomar Torrijas de postre y que todos los miembros de la casa que participaban en la procesión del Santo Entierro de la Santa Vera Cruz y Confalón (Eduardo, Isidoro y Fernando, braceros de la Virgen de la Soledad) se fueran prontito a vestir de paparrones/braceros  o a vestir con el traje de la Banda Municipal, en el caso de Marta.

ARROZ CON LECHE de la Abuela Jesusa

Ingredientes ( proporciones)

2 vasos de vino de arroz SOS
1 litro y medio de leche (el último medio se añade al final)
1 vaso de vino  de azúcar
Pizca de sal
1 rama de canela
Cáscara de 1 limón
Un poco de mantequilla

Modo de hacer


Poner un litro de leche a cocer con la cáscara de limón y la rama de canela y que cueza bien. Una vez cocido se cuela quitando la canela y el limón.
Otra vez al fuego, a eas leche emulsionada, se le añade el arroz cuando esté hirviendo y se remueve con cuchara de palo, hasta que hierva otra vez y entonces lo pongo a fuego suave pero que se mantenga cociendo durante media hora. Hay que ir removiendo para que no se pegue.

Si al cocer espesa demasiado voy añadiendo más leche fría y remuevo bien. Cuando ya esté casi cocida le pongo el azúcar, medio dedo de mantequilla, un pizca de sal, remuevo y cuando ya esté cocida lo apago. Y lo dejo enfriar o lo pongo templado, como se prefiera.


Historia en la familia

Aunque la tradición marca que el arroz con leche se coma fría, en nuestra casa el arroz con leche siempre se ha comido templado y no frío. La historia, según explicaba mamá (Mary) era que como siempre había prisas para preparar toda la comida para todos (8 comensales) no le solía dar tiempo a enfriarla como la tradición mandaba. Además, durante muchos años se unió este postre a la comida de las Tortillas de Carne. Nuestro primo Alberto al volver desde Badajoz le pedía a mamá que hiciera sus famosas Tortillas de Carne y Arroz con Leche. Así que se fue quedando como tradición que siempre que hiciera Tortillas de Carne había que preparar este postre tan rico.

La receta viene de la Abuela Jesusa, asturiana de Bañugues. Al preparar este plato de manera tan perfecta y sabor tan único, muchos de nosotros no somos capaces de pedir arroz con leche fuera de casa, porque las pocas veces que lo hemos intentado nos hemos decepcionado enormemente con el sabor de esos otros arroces con leche que hay por el mundo y echamos demasiado de menos este arroz con leche familiar.

ARROZ CON POLLO de Mary



El arroz con pollo de mary es ideal con pimientos del Bierzo-Foto Isidoro González
Ingredientes

Muslos de pollo (200 gr) Tantos como comensales
Arroz (brillante)
1 cebolla
1 pimiento verde
2 pastillas de Avecrem
Unas hebras de azafrán
2 hojas de laurel
Agua
Aceite de oliva 0,4

Modo de hacer

Los muslos los compraremos limpios y deshuesados o los prepararemos nosotros así. Se pela. Se le da un golpe seco con un cuchillo grande en la junta de los huesos y se tira un poco y se deshuesa (fémur). Luego se corta en pedazos. El muslo de arriba igual. Ya sea comprado deshuesado y pelado o no, cuidaremos de que todos los trocitos estén limpios y sin grasa. (lo que sobre se puede guardar para un consomé)

En la olla se pone aceite a hervir y se fríe muy bien el pollo sin salar ni nada. Se sacan los trozos y se reservan en una fuente. En el mismo aceite se fríe 1 cebolla y 1 pimiento verde picados muy menudos. Cuando esté dorado el sofrito se añade el pollo y luego a todo esto ya unido se añade el arroz (2 puñados por persona y un poco más). El agua será proporcional al arroz en casi el doble (1 vaso de arroz por casi 2 de agua) En parte de esa agua habremos deshecho 2 pastillas de Avecrem (o 1 y media) y azafrán en hebras que se machacan ayudándonos del mazo del almirez y un colador metálico.
Pondremos 2 hojas de laurel.

(En la olla grande de Astorga hacer así) Cuando hierva el agua le ponemos la tapa y cuando ya sale el vapor por la válvula y se hace el vacío, se esperan unos 3/5 minutos y se sube la válvula para que salga el vapor y se apaga el fuego. Se espera un poquito y se abre la olla y se deja reposar un poco.

Historia en la familia

Pocos platos han sido tan preparados como este en nuestra casa porque cuando había arroz con pollo nadie protestaba, por eso mamá (Mary) lo preparaba mucho. Generalmente los sábados o los domingos como plato único, acompañado de una sencilla ensalada de lechuga y tomate y preparando también como guarnición los pimientos del bierzo que nunca faltaban en estos casos (asados y en lata que traemos desde muchos años y preparamos cortando en tiras y aliñando con sal, vinagre y aceite de oliva). Este es uno de los platos favoritos de Eduardo con el que siempre ha habido chistes viendo que las hojas de laurel caían en su plato, ya que dicen que si te toca la hoja de laurel no te casas (también han ido cayendo en el plato de Marta con el consiguiente comentario igualmente). Al nacer Natalia y desde muy pequeñita este plato le encantaba, quizá por ser valenciana, como decía el abuelo (Isidoro). Así que la abuelita siempre se lo preparaba. Su madre Leonor (valenciana) prepara una excelente paella, pero el arroz con pollo siempre era plato de la abuela que lo preparaba en su olla express. Tanto Natalia como sus hermanas Laura y Eva, lo comían con cuchara, algo que nos resultaba curioso.