MARAÑUELAS O BOLLOS DE PASCUA DE MARAÑUELA (receta de Chelo heredada de la abuela Jesusa)


Marañuelas y bollos de Pascua de Chelo 2015- Foto Cristina Negro

Ingredientes (para 6 personas)

1 docena de huevos (9 yemas y 3 enteros)
Ralladura de 2 limones (evitar zona blanca)
1/2 Kg de azúcar blanca
1 Kg de harina
1 sobre de levadura Royal
250 gramos de mantequilla cocida el día antes, que se prepara así: se pone a cocer a fuego lento 300 gr. de mantequilla buena, y cuando ya está derretida se mete un poco de pan y cuando el pan queda dorado como frito, además de comértelo gustosamente, significa que la mantequilla ya está lista. Se deja enfriar a temperatura ambiente sin meter en la nevera.


Modo de hacer

Se mezclan los huevos (yemas y enteros), el azúcar y el limón. Se añade la mantequilla y por último la harina mezclada con la levadura.
Se amasa como si fuera masa para una empanada.
Se deja en reposo esa masa 1 hora o más.
Se  preparan los bollos y marañuelas trabajando la masa como en churros o rollitos (como si fuera plastilina), haciendo la forma trenzada especial de los Bollos de Pascua (se harán tantos como personas haya en la casa). Con el resto de la masa, haciendo churritos igual, se preparan las "marañuelas" con formas variadas, como de palmera, de caracola o trenzas...
Se mete al horno unos 200 grados una 1/2 hora ó 3/4 hora (cuando estén doraditos). Se sacan y se dejan reposar y enfriar antes de comer.

Chelo Álvarez García y sus nietas Gara e Iria, haciendo marañuelas. Abril 2015. Foto Cristina Negro ÁlvarezHistoria en la familia

Esta receta típicamente asturiana ha llegado a la familia a través de la abuela Jesusa. La recete familiar es por lo tanto la de la zona de Luanco. Hay al parecer una pequeña rivalidad entre las marañuelas de Candás y las de Luanco (ver aquí) pero su diferencia esencial es si se separan o no los huevos dejando sólo las yemas o no. En el estilo "Luanco" se separan.

Es tradicional de la Semana Santa y se solían regalar el Domingo de Pascua los padrinos a los ahijados. La abuela Jesusa los hizo siempre en el horno de casa de Chelo (que era buen horno) para toda la familia en esa época de Semana Santa. Luego Chelo heredó la tradición, pero al crecer ya demasiado la familia se dejaron de hacer porque había que hacer muchos.

Estos bollos son riquísimos y muy calóricos, y su esencia es la mantequilla, que en Asturias es materia prima esencial.



BOTILLOS Y ANDROLLAS CON CACHELOS DEL BIERZO

Ingredientes (para 4 ó 6 personas)
2 ó 3 botillos
1 ó 2 androllas
1 Kg patatas buenas para cocer
Opcional- repollo (medio repollo grande o uno pequeño)

Modo de hacer

TIEMPOS DE COCCIÓN
- Para cada botillo de 1 Kg se necesitan unas 2 horas y media de cocción a fuego lento.
- Cada androlla necesita 1 hora y media.
- Las patatas necesitan una media hora aproximadamente
- El repollo necesita unos 15/20 minutos.

Se colocan los botillos en una olla o cazuela grande con agua pero que llegue hacia la mitad de los botillos o algo menos. Se pone a hervir y luego se baja el fuego para que todo se haga casi al vapor y para ello se tapa casi entera la cazuela.
Cuando lleven una hora se añaden las androllas.

A parte se cuecen las patatas peladas y troceadas grandes (cachelos) con agua y sal y los 15 minutos finales se les añade el jugo de cocer los botillos.

Si se toma la verdura, una vez sacados los botillos y androllas, en la misma agua  se añadirá la verdura (repollo) lavado y troceado para que cueza unos 15 minutos. 

NOTA: el agua con jugo de haber cocido botillos y androllas, una vez colada, se reserva para hacer caldo de verdura al estilo del Bierzo.

Historia en la familia

Como buenas bercianas, Mary y sus hermanas (las Pelayinas) han tenido siempre este plato en su menú habitual, aunque casi siempre se ha usado en menú de domingo o festivos y siempre como plato único (es muy, muy contundente y no apto para estómagos delicados). Muy propio de días frescos o fríos de otoño e invierno, que en León son crudos.

El botillo y las androllas generalmente se ha adquirido en la casa Frimols de Molinaseca. Los embutidos del Bierzo son espectacularmente buenos, de gran calidad y en la familia es habitual seguir comiendo los mismos chorizos, botillos y androllas de esa marca de Molinaseca. Ya sabéis, somos familia de "manías" o "costumbres arraigadas" y los productos buenos y de gran calidad se han convertido en parte de nuestra  "tradición familiar" que pasa de generación e generación.

COMPOTA DE NAVIDAD (con pera caruja)

La compota de la Navidad de 2013- Foto Marta Isabel GonzálezIngredientes 
1 Kg de peras carujas
2 ó 3 cucharadas de azúcar
3 palitos de canela
1 vasito de agua
1 vasito de vino tinto

Modo de hacer

Se compran las peras, a poder ser en el mercado de Astorga de los martes. Se lavan, pelan, limpian y trocean las peras. Se pone el agua con todos los ingredientes a hervir y se añaden las peras y se deja cocer todo junto unos 45 minutos o 1 hora. Una vez cocido se quitan los palos de canela y se deja enfriar para servir templado o frío, según más guste.

Muy importante, no olvidar en la ventana o el balcón : )) (leer explicación abajo, en Historia en la familia)

Historia en la familia

En la familia de Isidoro la compota preparada con la durísima pera caruja, era ya típica de cada Navidad desde que ellos recuerdan...Al abuelo Natalio (padre de Isidoro y Tía Adela...) le encantaba y solía preparar el las peras, peládnolas y cortándolas. Mary preparaba cada Navidad este postre típico en la familia (y en la zona de la Maragatería y Astorga). Al fallecer el abuelo Natalio, Mary, con su habitual espíritu de superación y de mantener las tradiciones familiares vivas, no dejó de preparar este plato, sino que, al contrario, como una especie de homenaje al abuelo Natalio y a su memoria, como un modo de mantenerle, de algún modo, presente en la familia, siguió preparándolo. Tanto ella como Paqui, Marta o Isi, nos apuntábamos a la compota casi siempre.

Las anécdotas con la compota en Navidad son muchas  y habitualmente tienen que ver con que, debido al exceso de dulces que se comen de postre en estas fechas, muchas veces se nos olvidaba el cazo con la compota lista y enfriándose en la ventana de la cocina o en el balcón de las sala de la casa de Santa Marta, 3 ("fresqueras naturales" de esta zona fría de España y soluciones muy útiles en momentos en los que la nevera reventaba de cosas, más en estas fechas). La frase típica, una vez todos habíamos terminado de comer y no podíamos más...era "ay...¡se nos ha olvidado la compota!". Pero en otras ocasiones siempre dejábamos un hueco para tomar un poquito de compota, que con su sabor fresco, con canela y no demasiado dulce, siempre resulta muy agradable. Otras veces la dejábamos para el desayuno de Navidad o de Año Nuevo o como postre cualquier otro día de las fiestas de Navidad.

CALDO DE FRÉJOLES + SOFRITO MARAGATO O AJO ARRIERO

Caldo de fréjoles en casa de Tía Adela- Foto Marta Isabel GonzálezIngredientes 
1/2 Kg de fréjoles (judías verdes planas) a poder ser de la zona de Astorga.
1 ó 2 dientes de ajo (depende tamaño)
1 cebolla
1/2 pimiento verde
150 ml. de aceite de oliva
4 patatas medianas
1 pastilla de caldo concentrado de verduras o avecrem
2 hojas de laurel
1 cucharada (postre) de pimentón dulce/picante al gusto
Agua

Modo de hacer

Se lavan los fréjoles y se trocean quitando las puntas.
A parte, se prepara un sofrito con el aceite de oliva en sartén donde freiremos el ajo picado, con media cebolla muy picadita y se sofríe lento. Una vez frito se añade el pimentón.
En una olla o cazo grande se ponen los fréjoles a cocer en agua, con la otra media cebolla y con el medio pimiento verde (limpio, sin rabo ni pepitas), y cuando ya llevan un rato cociendo (unos 5 minutos) se añade para preparar el caldo, el sofrito, las patatas peladas y troceadas, la pastilla de caldo machacada y las hojas de laurel.
Cuando esté todo cocido (miramos las patatas) se quita la media cebolla y el medio pimiento, se pasan por el pasapurés y se añade al caldo. Y ya está listo para servir.


EL TÍPICO SOFRITO MARAGATO/AJO ARRIERO

Si hemos ido al mercado y hemos comprado los fréjoles, podremos prepararlos cocidos con patatas y escurridos, y sobre los que añadimos el típico sofrito maragato, que podemos añadir también a otras verduras escurridas como berzas, coliflor o repollo (habitual en el famoso Cocido Maragato) o también lo podemos añadir al pescado, como el famoso Bacalao al Ajo Arriero de la zona.

Ingredientes
1/4 aceite de oliva
2 ó 3 dientes de ajo
Chorro de vinagre
Cucharada de pimentón dulce/picante

Modo de hacer

En el aceite de oliva se frien 2 ó 3 dientes de ajo, cortados en  rodajas y sin el rabito interior, para que el aceite se impregne del sabor del ajo. Una vez están dorados por las 2 caras, se apartan, y se deja enfriar el aceite, para añadir un chorrito de vinagre de vino y una cucharada de pimentón dulce o picante al gusto. Algunos amantes del ajo y sin problemas de digestión, prefieren añadir al sofrito las rodajas doradas de los dientes de ajo. O dorar los dientes de ajo enteros, sin cortar en rodajas.

Historia en la familia

Los martes es el día en el que tradicionalmente se celebra el mercado en Astorga. Se acercan los agricultores de los pueblos cercanos (además de otros muchos gitanos y vendedores ambulantes a ofrecer sus otras mercancías). En los días de verano es cuando mejores fréjoles se encuentran en el mercado de Astorga. Pero...¿qué son los fréjoles? No, no son los mexicanos "frijoles"...Los FRÉJOLES en la zona de Astorga y Bierzo es el nombre que se da a las judías verdes planas, muy tiernas, sabrosas y ricas, sobre todo en verano.

Si era verano, normalmente en casa, Mary ponía los Fréjoles Escurridos con el sofrito que hemos descrito arriba. Si era ya otoño o había días fríos, la mejor opción es el Caldo de Fréjoles. A Isidoro padre no le gustaban nada los fréjoles, pero siempre los comió sin protestar demasiado. A Eduardo el caldo de fréjoles le encanta y era uno de sus platos favoritos.

Tía Adela nos pasó esta receta que según ella dice, lo de la cebolla y el pimiento...lo añade ella por su cuenta (queda mucho más sabroso el caldo) y también, a veces, hasta le añade un poquito de tomate triturado natural. La receta de Mary era la más sencilla, sin cebolla y pimiento, aunque seguro que también lo hizo así alguna vez, porque el sabor de la receta de Tía nos sigue recordando al caldo de fréjoles de mamá.