Ingredientes (proporciones)
2
chicharros grandes
Un buen
puñado de perejil fresco.
1 litro
de aceite de oliva
Sal
3 ó 4
patatas grandes en rodajas
Modo de
hacer
Se
lavan y limpian muy bien los chicharros, se adoban con sal y se colocan en una
fuente para el horno. Con un poquito de agua en el fondo.
Se prepara
la salsa picando mucho perejil (sin sus rabos) en un mortero y se añade aceite
en crudo de oliva (hasta medio litro), ligándolo todo y se vierte esa mezcla
por encima del pescado, por dentro de él y cubriéndolo todo.
A la
vez hemos pelado y cortado las patatas en rodajas de medio dedo mínimo de
grosor y las freímos en aceite de oliva a fuego no muy fuerte, para que queden
un poco fritas sólo.
Se mete
el pescado al horno a máxima temperatura y a los 5 minutos se baja un poquito
el fuego. Se hornea durante 15 minutos. Antes de que esté listo (unos 5 minutos
antes) se le añaden las patatas semifritas para que se horneen esos últimos 5
minutos con el pescado en perejil. Y una vez listo se sirve en la misma fuente.
Historia
en la familia
La receta
es muy simple y muy sana y se la inventó Tina (Argentina Marisol), porque dice que como es poco cebollera
(le gusta poco la cebolla) no quería preparar un pescado al horno con cebolla. Tampoco
lleva ajo, porque dice Tina que ha escuchado en la radio y en la tele a los buenos
cocineros que los pescados azules no deben llevar ajo (los blancos sí). Es un
plato que en su casa gusta mucho y que con las patatas es un estupendo plato
único muy completo y sano.
En casa
de Tina, algo que es muy comentado es su gusto por la sal. Ella ya lo sabe y se
ríe, le gusta cocinar así. Tanto es así lo de la sal, que Tarín, el marido de
Guillermina decía que en esa casa nunca
faltaba dinero para la sal. Tina se ríe y nunca se molesta y siempre
dice que la que mejor cocinaba de sus hermanas era Mary. Pero ella, que dice que no le gusta tanto la cocina, también cocina muy rico y
con el sabor de la familia. Marta es la mayor fan de sus lentejas y ella se las
prepara casi siempre cuando va a verla y a comer a su casa en Madrid. Y por supuesto, su
paella es la mejor de la familia, algo indiscutible.