8
huevos (4 personas)
1 huevo
para rebozar
Harina
para rebozar
Aceite
para freír
RELLENO (Bechamel)
1
cucharada de harina
50 gr
de mantequilla
½ litro
de Leche
1 pizco
de sal
SALSA
1/2 Kg de carne piada (mitad cerdo y mitad
ternera)
1 bote
de 1Kg de tomate natural triturado
1
cebolla
1
pimiento verde
1
diente de ajo
1 pizca de perejil
Aceite
Azúcar
Sal
Modo de
hacer
Se cuecen
los huevos el día anterior. Se pelan y cortan a la mitad longitudinalmente, reservando
las yemas a parte.
Se
prepara una bechamel espesa poniendo una cucharada de harina a tostar con
mantequilla (removiendo con cuchara de palo para que no se pegue y quede
tostadita). Se va añadiendo la leche poco a poco y removiendo mucho para que no
se hagan grumos, pero asegurándonos de que quede la bechamel más espesa que si
fuera para salsa. Se echa un poquito de sal y se deja enfriar.
Una vez
fría la bechamel, se añaden todas las yemas de los huevos picadas y se mezcla
bien. Se reserva la yema de 1 huevo o de un 1 huevo y medio para decorar al
final.
Con esa
mezcla se rellenan las mitades de los huevos haciendo la forma de un huevo
completo. Con cuidado se rebozan en harina y huevo batido y se fríen en aceite
de oliva bien caliente. Vamos sacando los huevos doraditos y los reservamos en
una fuente.
Por otro lado,
preparamos una salsa de tomate y carne (estilo boloñesa pero a la española) que puede haberse
preparado también el día de antes. Se prepara haciendo un sofrito de cebolla
muy picada, pimiento y un diente de ajo. Cuando todo está doradito se añade la
carne picada y se fríe con ello mezclando bien. Al rato se añade el tomate y se
remueve y deja cocer un buen rato todo junto, cuidando de que no salpique mucho
y no se pegue. Se añade un pizco de perejil muy picado y probamos para rectificar la sal y añadiendo un poquito de azúcar (que se añade para que rectificar la natural acidez del tomate, que puede resultar fuerte para el estómago).
Se
sirven los huevos templados aún, en una fuente con la salsa bien caliente. Se
espolvorea por encima las yemas reservadas y pasadas por el pasapuré para que
queden bien moliditas y bonitas.
Se pone
a parte más salsa para que cada uno se añada lo que quiera. Algunos pueden
espolvorearlo de queso rallado como si fuera pasta o con queso cremoso sobre la
fuente y gratinar. Pero eso ya son variaciones a la receta original. Es un
plato que si sobra se puede usar perfectamente. Y si sobra salsa siempre se puede
preparar un plato de pasta con ella.
Historia
en la familia
Este es
un plato que Mary puso muso en casa y que nos gusta a todos. Es un plato de
fiesta por eso se ha puesto más los domingos o días de celebraciones
(cumpleaños, días del Padre, de la Madre…) La receta llegó a la familia recién
casada Mary con Isidoro en 1960 que enseguida la empezó a preparar. Pero es una
receta que la hermana de Isidoro, Adela González Alonso (Tía, como la llamamos en
nuestra familia) copió de una boda a la que asistió en el año 1952 en el Hotel Moderno
de Astorga. La boda era la de Rosalina Rionegro (hermana de Pepita Rionegro,
amiga de Adela) y Tía asistió aún de luto, pues su madre (la abuela Paca) había
muerto en 1950 con 47 años. El plato les gustó tanto que mientras lo preparaba
la cocinera Tía apuntó la receta y así llegó a nuestra familia. Sigue siendo un
plato muy rico y con muy buena acogida en casa, y una vez fallecida Mary
(12/9/2007), Tía lo ha seguido preparando para nuestra familia y nos ha contado
su historia.